jueves, 20 de octubre de 2011

OCTUBRE, MES DEL COOPERATIVISMO

Despegamos la nave de nuestro blog BORINCOOPERANDO, casualmente en el mes de octubre, el cual es reservado por todos los cooperativistas alrededor del mundo como el Mes del Cooperativismo. Es el mes en el que se hace una pausa para dar una mirada retrospectiva, evaluar el trabajo realizado en cada cooperativa y en los diferentes foros integrados y trazar el camino a recorrer hasta octubre del siguiente año.

Es también tiempo para celebrar, todos unidos, en diversas actividades que se llevan a cabo a todos los niveles: en cooperativas individuales, en organizaciones regionales y sectoriales y en la entidad nacional que recoge a todo el Movimiento Cooperativo, en nuestro caso, la Liga de Cooperativas de Puerto Rico.

La Liga hace un llamado a sus afiliadas en los siguientes términos:
“Para que octubre sea el mes oficial del cooperativismo, cada cooperativa deberá dar un paso al frente revitalizando su acción en haciendo algo novedoso y positivo que se deje sentir en sus respectivas comunidades esforzándose en cooperar para que los distintos eventos programados a nivel central, también resulten exitosos.
Es muy importante, que las actividades del Mes del Cooperativismo sean masivas y militantes en la participación de los líderes voluntarios. Estas actividades deben contribuir a la integración de esfuerzos de todas las personas y grupos que forman parte de las cooperativas. De esta forma envolver las cooperativas en iniciativas amplias de pueblo que presenten a las instituciones cooperativas como genuinas organizaciones de masas, talleres de liderato, y centros vivos de acción comunitaria. Para esto precisamente, es el mes del cooperativismo.”

Creo que la exhortación que la Liga de Cooperativas dirige a sus afiliadas es muy pertinente. Desde mi punto de vista, el Movimiento Cooperativo no se ha estado haciendo sentir lo suficiente en las comunidades puertorriqueñas. La encomiable labor que realizan cientos de voluntarios en las cooperativas de la isla y la enorme aportación que hacen las cooperativas a la economía y a la mejor convivencia social en el país está pasando desapercibida. Los cooperativistas tienen que buscar la manera de hacerse oír y sentir en todos los foros disponibles.

Nuestra nación (y el mundo entero incluyendo a la nación más poderosa del mundo, Estados Unidos de América) ha estado atravesando una seria crisis económica en los últimos años. Esa crisis ha sido causada precisamente por filosofías económicas muy diferentes y contrarias al cooperativismo y la verdadera democracia. El Movimiento Cooperativo está en posición de hacer importantes aportaciones para ayudar a paliar y finalmente resolver esa crisis. Para saber cuán lejos puede llegar el cooperativismo como solución debemos empezar por ver el ejemplo de  la experiencia cooperativa de Mondragón.  Sin embargo, no hemos podido ver que se dé el paso al frente, con la necesaria energía, para plantear una solución cooperativista al problema. Todavía hay tiempo para esbozar un plan que ponga al ejército del Movimiento Cooperativo a atacar con las armas de la cooperación y vencer al enemigo que tanto daño nos hace, no sólo en lo económico, sino también en lo social y en lo moral.

La Liga de Cooperativas, más allá de hacer el llamado que muy pertinentemente ha hecho, debe aprovechar esta celebración del Mes del Cooperativismo, para iniciar una ofensiva y recoger las buenas ideas de tantos líderes cooperativistas del país para presentar un plan de acción sólido y ambicioso a las autoridades que nos lleve por un sendero de recuperación económica. Después de todo, esa ha sido la historia del cooperativismo desde Rochdale, implantar grandes y efectivas soluciones en carencia o absoluta ausencia de recursos económicos.

Que el Movimiento Cooperativo celebre el Mes del Cooperativismo con alegría por los logros obtenidos está bien. Pero también tendamos una mirada prospectiva para salirnos de la rutina y dejar de conformarnos con solamente presentar informes halagadores y simpáticos a los socios en las asambleas. Eso está muy bien, pero no es la esencia del cooperativismo. Hay que ampliar al campo de acción del movimiento para que más y más ciudadanos se integren y disfruten de sus grandes beneficios.

Esperemos que el próximo Mes del Cooperativismo sea uno de los más sonados de nuestra historia cuando podamos decir: ¡Ahora si que estamos ayudando a la patria a salir del atolladero!

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